Fauna urbana: Caracas

Eduardo Arroyo T.

Octubre 2020
Cada año, con las lluvias, viene mi amiga, la araña.
Araña de seda dorada (Nephila clavipes)


Segun Wikipedia esta familia de arañas tiene una forma bastante característica, que la diferencia de otras especies de arañas. El cuerpo de la hembra puede llegar a medir más de tres centímetros; tiene ocho ojos, que vistos de frente presentan un arreglo dos, cuatro, dos. Las hembras tejen una telaraña de gran tamaño y resistencia, que han generado interés en la comunidad científica.


Agosto 2020
Vista por primera vez en más de 30 años. Cerca de un metro de largo. Tímida y muy simpática, aunque un tantico venenosa: Bejuca (Oxybelis aeneus).


Bejuca (Oxybelis aeneus)
Agosto 2020


Abril 2020
La siguiente secuencia de fotos fue tomada por Eduardo Arroyo T. en el patio trasero de su casa en Caracas. Abril 2020. En ellas se aprecia una boa engullendo a una tórtola.





Las boas son serpientes constrictoras, no venenosas, primas de las anacondas y pueden alcanzar 4 metros de longitud y llegar a pesar 45 kilos. Más sobre ellas en el site de la competencia: https://www.nationalgeographic.es/animales/boa-constrictor

Nuestro fotógrafo nos deja la siguiente nota:

Acabado el almuerzo, la boa se quedó reposando sobre la hojarasca. Entonces pensé:

-Esta boa se quedará haciendo la digestión por dos o tres semanas en este descampado... Y anda muy expuesta. No sea que el gato amarillento que por aquí se pasea se coma la boa que se comió la tórtola...

Entonces fui por la  tapa del pipote de la basura y lo coloqué delicadamente sobre la boa durmiente.

Al día siguiente, o sea ayer, me acerqué con sigilo, no fuera a despertar a la boa, y levanté la tapa. Para mi sorpresa, la boa no estaba. -No es posible, - me dije - se supone que la boa tiene la tórtola atravesada en el gañote y no va a moverse de su lugar en dos o tres semanas. Exploré el lugar, arriba y abajo, y encontré... a la tórtola, estirada, entera, con todo y sus plumas pardas. Y ni luz de la boa, la boa hambrienta que debió ir, de nuevo, por el almuerzo atrasado.
Tengo dos explicaciones: Una, que la tórtola, por alguna razón desconocida, le provocó indigestión a la boa. Dos, que la tórtola era muy grande para esa boa de edad pre-escolar. En cualquiera de los dos casos, fuere la tórtola alimento pesado o exorbitante, el hecho es que la boa se vio en la imperiosa necesidad de regurgitarla con todo y plumas.

Reflexiones: Uno: La tórtola contraatacó, y aunque algo tarde  se salió con la suya. Dos: La muerte de la tórtola no sirvió al plan de la naturaleza; ha sido una pérdida, un desperdicio, una merma perniciosa, un atentado contra el medio ambiente. Y yo, fotógrafo, que pude haberla salvado del abrazo mortal, no lo hice. Je m'accuse!

RIP




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