Tal vez hubiera sido
acertado comenzar por el mapa 1 e ir recorriendo todos los senderos en orden. Tiene
lógica y simplifica el proceso de escogencia del trecho que toca. ¡La próxima
vez que haga el Bruce Trail, comienzo por el principio! Estamos ahora en la
situación de que hemos caminado los dos extremos del Bruce Trail, el mapa 42 y
el mapa 1 y nos quedan 40 mapas por recorrer entre ellos. ¿En qué orden y en qué
sentido lo haremos?
Por ahora me inclino
a ir pegando secuencialmente los mapas del Niagara, que nos quedan
relativamente cerca de la casa, y ya veremos si el invierno nos hace cambiar el
orden. En cuanto al sentido de la caminata, como que mejor no nos ponemos
quisquillosos, ya que la logística obliga en algunas ocasiones, como la que hoy
me toca relatar, a separar al grupo y caminar en sentidos opuestos. De manera,
que el reto se perfila ahora en completar todos los tramos, en cualquier
sentido, y yo voy buscando la ventana para completar el mapa dos, muy
probablemente en dos días.
El sábado 21 de
octubre de 2023 completamos el trayecto indicado en el mapa 1 de la guía[1] que tiene la
particularidad de cubrir una sección del Bruce Trail más corta que los otros 4
o 5 mapas que ya he revisado. Los mapas 40 al 42 cubren secciones de unos 20
kilómetros de distancia cada uno, el mapa 2 parece cubrir una sección de
similar tamaño, pero el mapa 1 solo cubre unos 7 kilómetros.
Fuimos en esta excursión
tres personas y una perra en un solo vehículo. En el camino hacia el punto de
partida decidimos que lo más conveniente era separarnos en dos grupos y cubrir
el trayecto en direcciones opuestas. Así lo hicimos: dejé a Federica y a
Eduardo en Queenston Heights Park, dónde está el mojón de inicio del Bruce
Trail, y me fui con Malaika a estacionar el carro en el Firemen´s Park
en el otro extremo del trecho. Ellos comenzaron a caminar de este a oeste, y
Malaika y yo hicimos lo propio, pero en sentido contrario. Más o menos a la mitad
del camino nos encontramos, merendamos, les di las llaves del carro y cada
quien siguió su camino, ellos hasta llegar al vehículo; Malaika y yo hasta el
hito de piedra.
El GPS marcó una
distancia de 7.68 Km que cubrimos en dos horas 15 minutos. Fue una caminata
suave por el bosque, el día estaba frio y gris, pero no llovió gran cosa. Muchos
árboles tenían pintada la temporada, pero una buena parte seguía verde, lo cual
parece indicar que nos quedan al menos un par de semanas más para disfrutar los
colores del otoño.
Mapa:
Video del trayecto:
[1]The
Bruce Trail Reference. Maps and Trail Guide. Edition 30
El plan original Hoy es el cumpleaños de Eduardito. ¡Feliz cumpleaños sobrino! Seguramente seguimos sin conexión a internet , de manera que no le podemos llamar y seguimos alimentando este blog con supuestos del viaje. Hoy será un día largo . Después del desayuno remaremos un poco y nos tocará cargar la canoa para entrar al lago Kasakowog . Lo atravesaremos completo y nos tocará cargar los corotos una vez más para llegar al lago Mc Alpine donde pasaremos la noche. A estas alturas ya debemos estar preguntándonos ¿por qué nos metimos en esto, no era más divertido ir a una playa y quedarnos allí? Today is Eduardito's birthday. Happy birthday, nephew! Surely we still have no Internet, and continue feeding this blog with travel assumptions. Today we have a long way to go ahead . After breakfast and packing the camp back into the canoes, we have a short paddling and one medium portage to reach Kasakowog Lake. We are going to cross it compl
¿ Han oído hablar sobre la maldición de John? O currió en diciembre de 1998 en el Roraima. Fue la primera vez que lo subí. Ya había subido antes al Kukenán , pero nunca al Roraima. Ambas excursiones se parecen. Los tepuyes están uno al lado del otro, son de altura similar, pero cada excursión es una experiencia única. En ambos casos partimos desde Caracas en un solo vehículo y rodamos los casi mil doscientos kilómetros en un solo día hasta llegar a la entrada de la Gran Sabana. Cerca del fuerte Luepa pasamos la noche en un hotelito de carretera antes de continuar nuestro camino a Paraitepuy al día siguiente. En esta ocasión fuimos Ricardo, su esposa Camila, Gabriel y yo. Distribuyendo el peso de los morrales Cuando llegamos a Paraitepuy, el pueblo no estaba de fiesta, como la vez que subí al Kukenán, que un matrimonio los había emparrandado a todos. Esta vez si habían guias en pie dispuestos a acompañarnos y creo que ya se había formalizado la obligatoriedad de contratarlos pa
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