Tacamahaca (aventuras | Outdoors)

Alcanzamos una nueva cumbre y cerramos con esto un desafío que teníamos pendiente desde hace varios años, sino todos, al menos yo. Subir al Cotopaxi es (o fue) un reto duro y el hecho que los cuatro lo hallamos logrado demuestra algo: bien sea que estábamos bien preparados y entrenados, o que tenemos una determinación inquebrantable, o que tuvimos buen tino en la escogencia del equipo de apoyo, o que somos sumamente sortarios… o quizás un poco de todo lo anterior combinado y revuelto. Lo cierto es que las condiciones se dieron y alcanzamos la cumbre y lo que viene en estos escritos que siguen es la celebración del éxito, el resumen y las fotos que captan la dulzura del logro alcanzado, pero que poco hablan del esfuerzo, la planificación, el entrenamiento que nos tomaron para alcanzarlo. Si desean ahondar en ese tipo de detalles, con gusto contestaré las preguntas que me hagan llegar. Lo que sí quiero aprovechar para comentar antes de brincar a resumir lo andado, es que parte de la pr...

El viernes 2 de mayo desayunamos a las 8 y nos tomamos la mañana con calma. Entre las 10 y las 11 dejamos los bultos con Alfredo y seguimos matando el tiempo hasta las 12 pm que fuimos a almorzar en el restaurante del Tambopaxi. De menú: sopa de sambo para comenzar, chuletas, pollo o trucha, como segundo plato, y el postre. En el almuerzo se nos unió Mauricio (el muñeco) que es el segundo guía de la excursión. Ecuador exige un guía certificado por cada dos excursionistas. Equipo B en la cumbre A las 2pm dejamos el Tambopaxi y nos dirigimos al parqueadero en la Toyota. Comenzamos el ascenso a pie hacia el refugio a las 3pm por la ruta de zigzag. A las 4pm ya estábamos allí. Encontramos mucha gente pululando en los alrededores, más que el día anterior. Era fin de semana largo, porque la celebración del primero de mayo la pasaron al viernes en vez del jueves. La gente aprovecha para salir de paseo, suben hasta el refugio y algunos un poco más arriba para tocar la nieve. Muchos almuerzan o...

Desayunamos a las 8 de la mañana, por primera vez en Ecuador, los cuatro solos. Después volvimos a la habitación y nos dedicamos a revisar la ropa y los equipos que usaríamos el día de la cumbre. Los guías que nos acompañarían en esta nueva etapa no habían llegado. El primero de ellos, Romel, llegó a las 9:15am en el mismo Toyota blanco que habían usado Pablo y Ciro para transportarnos de un sitio a otro. Sin duda un uso eficiente y coordinado del mismo recurso. Romel instaló en una mesa del jardín los equipos técnicos que necesitábamos llevar: arneses, cascos, crampones, piolets, botas y mascarillas para filtrar los gases del volcán. Repartimos los equipos, los cargamos en los morrales y nos fuimos en la Toyota al parqueadero del Cotopaxi. De allí subimos caminando al refugio Jose Rivas, en medio de una granizada. En el refugio pasó algo curioso: Marcela se consiguió con una compañera de universidad que estaba de paseo por Ecuador con su mamá. Habían visitado la selva el día anterio...